Exposición pictórica de Alfonso Albacete en el Monasterio de Veruela hasta el 3 de julio.


En la obra de Alfonso Albacete (Antequera, Málaga, 1950) se suceden en él las continuas evoluciones, implosiones e irrupciones pictóricas. Porque Albacete es un nómada del estilo, aún siendo fiel a unas coordenadas que poco han variado a lo largo de sus cuarenta años de dedicación plena al arte.

Inició su carrera como arquitecto pero pronto apostó por el arte conceptual y el accionismo callejero. A finales de la década de los 80 redescubre la tradición pictórica de las vanguardias. En su multiverso se hallan referencias al expresionismo abstracto, al realismo de Coubert, a Cézanne y a Matisse, al constructivismo…. Pero dichos manierismos siempre están adulterados. El artista no entiende de fronteras y por eso es capaz de aparear un jardín mediterráneo con las frías arquitecturas racionalistas o de inundar un paisaje urbano en plenitud nocturna con invasiones geométricas multicolores o de plasmar salvajes graffitis en el punto intermedio entre el interiorismo y el paisaje.

Si hoy está en boga el concepto de “multiculturalidad”, Albacete emplea en sus obras la “multiversalidad”, pues en ellas nadan universos indiferentes los unos a los otros, sin pretensión armónica pero en mágica sinergia. Los materiales del pintor, los temas recurrentes, ponen en evidencia la ausencia de fronteras que se suponen a la gramática pictórica.

A principios del nuevo milenio, fiel al nomadismo estético, Albacete descubrió a nueve mil metros de altura un poblado de bajeles en el Mar de China. Miles de casas flotantes sin más frontera que el azul oscuro, adivinadas desde la comodidad de un moderno reactor. Esa visión crepuscular y fugaz, alimentó un giro fundamental en su obra.

Dripping, perspectiva y geometría conjugados para ahuyentar los sueños de la razón. Los pigmentos químicos del pintor alimentan la flor de almendro primaveral, realidad y representación en perpetua lucha, la silla-emblema del sostén en suspensión espectral, el icono de neón encendido, símbolo crístico y farmacéutico, reclamando que las ciudades, de noche, sean más interior que paisaje. La pintura, hija bastarda de la pintura, conjugándose hasta la alucinación. En sus últimas pinturas, Albacete nos libera de la servidumbre óptica para devolvernos, una vez hayamos cerrado los ojos, sus imágenes flotando en un espacio indeterminado, entre la retina y el párpado.

Eva Almunia y Javier Lambán visitan las obras del Parador de Veruela


La consejera de Presidencia del Gobierno de Aragón, Eva Almunia, y el presidente de la Diputación Provincial de Zaragoza, Javier Lambán, han visitado el Monasterio de Veruela y las obras del futuro Parador de Turismo, cuya inversión asciende a 25 millones de euros.




El nuevo Parador contará con 85 habitaciones dobles, distribuidas en cuatro plantas, zona de spa, piscina cubierta y exterior, comedores, salones de convenciones y banquetes, salones sociales, zona de aparcamiento, zona deportiva y jardines. El parador, que tendrá una superficie de 30.000 metros cuadrados, se ubicará en la parte más nueva del monasterio, en la zona barroca del siglo XVII.


Tras constatar que los trabajos de rehabilitación del edificio se encuentran en una fase avanzada de ejecución, ambos responsables destacaron los beneficios que el Parador va a generar en la creación de 60 empleos directos y otros indirectos y de impulso turístico, vital para el desarrollo económico de la comarca.

El parador está situado en el monasterio cisterciense, a los pies del Moncayo, y pasará a ser el quinto establecimiento de estas características de Aragón.

Las obras del Parador Nacional del Monasterio de Veruela terminarán en 2013

Las obras del Parador Nacional del Monasterio de Veruela (Zaragoza) finalizarán en el 2013 y generarán unos sesenta puestos de trabajo fijos, según ha informado a Efe Turespaña, la sociedad que lo construye.

Turespaña comenzó este proyector el 21 de octubre de 2008 y está previsto que finalicen las obras el primer semestre de 2013, ya que se ha ampliado al proyecto, con más aparcamientos y una zona de "spá".

El parador, en el que se han invertido hasta finales del 2010, 14,1 millones de euros, contará con 85 habitaciones, pertenecientes a las estancias del monasterio cisterciense, varios comedores y salas de conferencias.

Este parador, situado a los pies del Moncayo, es el primero se construye desde hace treinta años en la Comunidad Aragonesa, donde ya existen otros cuatro, los de Sos del Rey Católico (Zaragoza), Alcañiz y Teruel (Teruel) y Bielsa (Huesca).

Las obras del parador han sido visitadas hoy por la consejera de Presidencia, Eva Almunia, acompañada del presidente de la Diputación de Zaragoza, Javier Lambán.