El monasterio de Veruela ha recuperado la Cruz de Bécquer

El monumento fue derribado por un viejo olmo el pasado mes de agosto.Los alumnos de cantería del taller de empleo han realizado una copia de la ´reliquia´.

El monasterio de Veruela recupera estos días uno de sus símbolos más populares: la cruz negra de Bécquer, en la que según la tradición el escritor romántico se sentaba para buscar inspiración. Esta reliquia fue derribada por un árbol seco en agosto. Ahora, unos andamios protegen una réplica de la cruz dañada, que vuelve a su pedestal.

La caída de un olmo seco por un golpe de viento se llevó por delante la mítica cruz negra. Según explicaron los vecinos, el ejemplar se cayó sobre las doce del mediodía y destrozó el pedestal, que se quedó partido en varios trozos. Como comentaban fue "mala suerte" que justo el viejo olmo cayera encima aunque también se reconocía la fortuna de que no hubiera daños materiales ni personales. "Son muchos los vecinos que se sientan ahí o aparcan cerca, por lo que podrían haberse visto afectados", indicaban.

Los restos de la cruz se retiraron al monasterio de Veruela y fueron valorados por una restauradora de la Diputación Provincial de Zaragoza, a la que pertenece la cruz y el recinto monacal. Han sido los alumnos de cantería del taller de empleo del complejo los que han realizado la copia de la columna. Además, se ha aprovechado para elaborar una cruz de piedra, ya que la vieja era de madera.

La Cruz Negra se ha convertido en uno de los atractivos de Veruela. Desde este punto surge el camino que lleva a Trasmoz, por el que paseaba Becquer. Por ello, la cruz se presenta como símbolo de la inspiración del poeta romántico. Sin embargo, en realidad se trata de un símbolo de la autoridad que el abad de Veruela tenía sobre las tierras de la zona.

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