Parador

Primavera de 2018: la última fecha para la apertura del parador de Veruela.  El presidente de la DPZ y el director general de Turespaña (en el centro), durante la última visita a Veruela en verano. 

La apertura del parador de Veruela es una de las noticias más esperadas desde hace una década. La inauguración de este proyecto, que se inició hace más de 12 años, se ha ido retrasando de forma sucesiva. La última fecha para la puesta en marcha de este establecimiento hotelero es primavera de 2018, a falta de la confirmación oficial de Turespaña. Aún falta por ultimar unas obras en el exterior así como acondicionar las estancias interiores, pero en los últimos meses se ha avanzado en su ejecución.

Juan Antonio Sánchez Quero, presidente de la Diputación de Zaragoza (propietaria del complejo), se reunió en septiembre con responsables de la Secretaría de Estado de Turismo para agilizar su apertura del parador de Veruela. En ese encuentro, según informaron desde la institución provincial, se trasladó el compromiso de que las actuaciones estén listas antes de que finalice el año. Esa cita llegó tras una carta remitida por la institución provincial al presidente del Gobierno central, Mariano Rajoy, solicitando su "implicación más directa" para abrir este parador "en el menor plazo de tiempo posible" como establecimiento hotelero.

Feliciano Tabuenca, diputado delegado de Veruela, ha explicado que la "voluntad" del Ministerio de Turismo es que "se pueda abrir por fin en primavera". Esta es la última fecha, tras los retrasos que se han ido acumulando al no cumplir los plazos de finalización que se han ido dando. De hecho, los trámites entre la DPZ y el Gobierno central para convertir la parte barroca del monasterio de Veruela en parador nacional se remontan . En abril de 2006, el Consejo de Ministros autorizó este proyecto, y se anunció que podría estar listo en 30 meses. Se barajó 2008 para su apertura, aunque, en realidad, hasta julio de ese año no se puso la primera piedra. Y, a partir de entonces, su entrada en funcionamiento se ha ido postergando.

Este monasterio cisterciense, ubicado en el término de Vera de Moncayo, recibe unos 50.000 visitantes al año. Allí se realizan bodas civiles (en el refectorio) y religiosas. Fue declarado monumento nacional en 1928 y es Bien de Interés Cultural. La desamortización de Mendizábal, en 1835, provocó su abandono. En 1877, los jesuitas establecieron allí un noviciado, durante casi un siglo. Durante la Guerra Civil fue habilitado como hospital militar. El Estado cedió el edificio en 1976 en usufructo a la Diputación de Zaragoza.